Decía Hannah Arendt en su libro Crisis de la república que “quien no está interesado en los asuntos públicos, tendrá que conformarse con que sean decididos sin él”. Aunque es cierto que los asuntos públicos son muchos y muy variados, y nuestra vida y tiempo limitados, siempre he tratado de contribuir activamente en la búsqueda del consenso en torno al bien común.
A la frase ya citada, Arendt añadía “pero debe darse la oportunidad a cada persona”. Esta idea constituye, en el ámbito de las instituciones públicas, una declaración de intenciones cargada de valor y responsabilidad. Quienes formamos parte de la Facultad debemos tener la oportunidad de intervenir en la toma de decisiones, y para ello deben existir vías de participación diversas, accesibles y abiertas de manera permanente.
Tras un proceso meditado, sosegado y compartido, he decidido presentar mi candidatura a decano de la Facultad de Formación de Profesorado y Educación. Cuento con un equipo de gran humanidad, experiencia profesional y compromiso con la gestión universitaria. El programa que planteo afianza lo mejor que hemos hecho como Facultad hasta la actualidad, y también nos impulsa con ánimo y convicción hacia nuevos desafíos.